Usar punto de libro es de cobardes
Alex Saló comenta, en un chiste para Fnac, que “no usar punto de lectura es vivir al límite” pero una servidora es poco arriesgada en ese sentido. Tengo un libro ilustrado, dos infantiles, un tratado y una novela empezados a la vez… ¡O recurro a los separadores o me da un ataque!

Uso calendarios, envoltorios de chocolatinas, tarjetas de visita, unos marcapáginas maravillosos que me regaló el bueno de Luis Serrano —pintor y fotógrafo asturiano— con imágenes de sus óleos, pegatinas, entradas del teatro (la de Taxi habita entre las páginas de «Mar de nubes»), tickets de autobús…

Curiosamente y a pesar de haber confesado que —no os hagáis los escandalizados— escribo en los márgenes de los libros, odio doblar las esquinas de las páginas, ¡aaaaains, no lo soporto!
Y tú, ¿usas punto de lectura? y de ser así… ¿qué sueles usar? ¡Cuéntanoslo aquí!